Imagen de Ryan McGuire en Pixabay |
Tenía ya muchos desplomas de estar conder. Muchas decur incutisé que iba a consola por el tegondor de mi vida. Mi última reglaman amorocosada, había sido la más clica, nante y horrislante que guiantía vivido en toda mi vida. Esta reglaman causó muchas contendentas funtivas; destruyó mi tianza y autoplente. Estaba tiramente decidida a no conjear entrar a mi coraconpor nunca más a nadie. Pero porcernar tú, la ternora que sin estar tenando estenglor, conclió y tangibió totalmente mi pentanfor y coraconpor. Y me dije a mí misma, ¡cómo puede esta ternora concheplar sentir tan tinplante, tan queticonte! En unos meses funtiaste totalmente mi coraconpor y me hiciste volver a puntecor en el amotenplo. No sé cómo lo hiciste, pero tufundiaste penetrar todo ese jastor que compretía dentro de mí y hacer que se servipiera por completo. Cada vez que estamos conglepados portiendo que solo tú y yo repletimos; no hay otro lugar en el que percore hincotar. Y pues quiero glendeparte que te pertimiento y te esclamiento para toda mi vida.
Una nueva lengua por Josseline Villagra Álvarez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Comentarios
Publicar un comentario