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Interpretación del capítulo 68

Imagen de ncassullo en Pixabay La lectura de este capítulo me pareció bastante interesante y única. El capítulo al estar escrito en una “lengua extraña”, nos da la oportunidad de darle nuestro propio sentido. A la hora de interpretar de qué se trata o sobre qué nos está hablando, el autor nos da la oportunidad a nosotros, los lectores, de ir más allá y darle un contexto o significado propio de lo que se está leyendo. El día que la leí pude analizar que se estaba refiriendo a una pareja, pues en reiteradas ocasiones menciona a “él” y “ella”. Además, la manera en que cada oración está estructurada y cómo se va narrando el capítulo; mi interpretación es que está describiendo las etapas de una relación amorosa . Si se toma desde esta perspectiva, podemos darnos cuenta como el autor describe las sensaciones, sentimientos y aptitudes que tienen el uno con el otro. Por ejemplo, cuando dice: “…. sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban….” ; se puede percibir que entre estas do

Una mujer hermosa

Imagen de S. Hermann & F. Richter en Pixabay En aquella pradera, siempre podía ver a esa mujer tan hermosa, con una mirada que me generaba mucha curiosidad. Era alta, de tez morena y qué belleza de color. Siempre la veía caminar a lo lejos con un balde de leche, mientras el sol del amanecer iluminaba su rostro. Su cabello, el tono más negro que podía haber, largo y lacio, lleno de brillo. Su sonrisa, a mis ojos era la más perfecta, aunque fueron pocas las veces que la vi sonreír; siempre estaba seria. Pero, aunque sonriera poco, sus ex presiones me decían lo feliz que era de vivir en ese lugar. La luz reflejaba su piel tan cálida y brillante, dejando ver así, aquella nariz alargada y un contorno bien definido. Puedo decir que tuve la dicha de verla de cerca y poder contemplar todas esas perfecciones, sus manos bien finas y delicadas, con uñas largas y descuidadas por su trabajo. Párrafo descriptivo por Andrea Solórzano Villalobos se distribuye bajo una Licencia Creative Co

El Este del Edén

Imagen de falco en Pixabay El Este del Edén era aquel estropeado paraíso. Un paisaje que solía ser mágico. En ese pequeño lugar habitaba una infinidad de especies marinas, terrestres y voladoras, cada una de ellas con características muy peculiares. Sin embargo, el escenario más dominante era el reino vegetal: un número indeterminado de árboles, una superficie extensamente verde y más importante aun, libre de deforestación. Un pequeño mundo, que solo era habitado por un hombre y una mujer. Un pequeño mundo sin lucro, pero lo tenía todo, incluso alimento. Era tan perfecto e inigualable. Párrafo descriptivo por Ada Tercero Zambrana se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional .

Una nueva lengua

Imagen de Ryan McGuire en Pixabay Tenía ya muchos desplomas de estar conder. Muchas decur incutisé que iba a consola por el tegondor de mi vida. Mi última reglaman amorocosada, había sido la más clica, nante y horrislante que guiantía vivido en toda mi vida. Esta reglaman causó muchas contendentas funtivas; destruyó mi tianza y autoplente. Estaba tiramente decidida a no conjear entrar a mi coraconpor nunca más a nadie. Pero porcernar tú, la ternora que sin estar tenando estenglor, conclió y tangibió totalmente mi pentanfor y coraconpor. Y me dije a mí misma, ¡cómo puede esta ternora concheplar sentir tan tinplante, tan queticonte! En unos meses funtiaste totalmente mi coraconpor y me hiciste volver a puntecor en el amotenplo. No sé cómo lo hiciste, pero tufundiaste penetrar todo ese jastor que compretía dentro de mí y hacer que se servipiera por completo. Cada vez que estamos conglepados portiendo que solo tú y yo repletimos; no hay otro lugar en el que percore hincotar. Y pues quiero