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Mostrando entradas de agosto, 2020

Párrafo narrativo

Imagen de Walkerssk en Pixabay Allá se alza la voluptuosa montaña a la par del sol incandescente. Nació ahí aquella pequeña niña que corría valiente sobre las piedras cortantes. Creció fuerte como el roble, tranquila como el agua y valiente como los lobos. Cada paso que daba hacía que la tierra se estremeciera, era capaz de hacer la luna brillar en una noche tenebrosa. Era capaz de coger con sus manos una ardiente estrella y convertirla en oro tan brillante como sus ojos. Su alma pura podía poner cualquier manada de bestias a sus pies. Cualquier diosa envidiaría lo que una simple niña nacida de la montaña tenía y lograba con solo un suspiro de su recio cuerpo. Párrafo narrativo por María José González Ramírez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional .

La muerte

Imagen de FelixMittermeier en Pixabay Cuando el insomnio llega y no queda nada más que esperar el sueño para poder dormir, llegan a mi mente todas esas incógnitas sin respuestas, esas dudas existenciales y los típicos debates con la almohada sobre qué pasará después de que nos alcance la muerte. Este normalmente es uno de mis pensamientos más frecuentes, tal vez incluso, mi miedo más grande; ataca en cualquier momento, sin importar qué esté haciendo, sin importar mi estado de ánimo o de quién esté rodeado. Él no discrimina, solo aparece. Normalmente es más persistente que nunca justo antes de dormir, cuando coloco mi celular a cargar, cuando la habitación se torna más fría, más oscura. Cuando el silencio se apodera de la noche. Todo esto logra que mi mente se vuelva más vulnerable, comenzando así mi ansiedad y la sensación de vacío en mi pecho. ¿Por qué me atormenta tanto esta incógnita? Se ha vuelto una obsesión en mi cabeza, una paranoia que no tiene descanso y está siempre como en

Arándanos

Imagen de Free-Photos en Pixabay Los arándanos son frutas en forma esférica que crecen en arbustos y tardan aproximadamente dos años en florecer. Existen diferentes especies de arbustos, por lo que sus características pueden variar. Esta fruta requiere de bastante humedad, lo que hace que no cualquier clima sea apto para su producción. Muchos productores han optado por la   producción bajo cubierta, esto permite mejorar la calidad del producto y alejarlo de cualquier tipo de plaga que se pueda presentar. Además, sus beneficios son variados, capaces de satisfacer las necesidades de los consumidores de esta fruta; por ejemplo, en el ámbito de la salud: sirve como antinflamatorio, ayuda a evitar la presencia de presión alta y de diabetes, en la estética: mejora la salud del cabello y es un gran rejuvenecedor. Arándanos por María José González Ramírez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional .

Tu ruido, mi furia

Imagen de Marzena P. en Pixabay En las carreteras, es común ver a motociclistas que disfrutan que su moto emita un sonido extremadamente fuerte. Para ellos, este sonido solo puede significar una palabra: “calidad”; para otros o para la mayoría, este sonido solo genera molestias. Diferentes medios han clasificado este exceso de ruido como contaminación sónica. Se dice que “motos con escape libres son el principal motivo de los ruidos molestos” ( APFDigital, 2014 ).   Sin embargo , no es en lo único en lo que contaminan las motos, pues su consumo de gasolina es otro factor más de contaminación. Se puede pensar que, al ser de menor tamaño que un vehículo, genera menos consumo de gasolina; sin embargo, no es así. Nuevamente, un estudio muestra que el uso de este medio de transporte genera incluso más contaminación que un autobús, ya que “para ofrecer un buen rendimiento en un espacio tan reducido, los motores de las motocicletas se calientan más y por lo tanto emite más óxidos de nitrógen

Párrafo narrativo

Imagen de My pictures are CC0. When doing composings: en Pixabay Entonces la Vida empezó a cuestionarlo: ¿Eres feliz? —Me gustaría poder responder con un rotundo sí. Pero no veo mi propósito aquí ni allá donde tu enemigo: la Muerte— respondió Ángel, de la forma más sincera. Y continúa: —Lloro frecuentemente por las noches y extrañas veces me río. Es un sentimiento que me hace dudar de mi existencia. Tengo a seres que me quieren y me valoran a pesar de mi mal carácter. Unos segundos después, la Muerte se encontraba detrás de Ángel y empezó a cuestionarlo también: ¿Dónde quedó tu amor propio? Todos te quieren, pero el problema está en ti, porque la Vida te da miles de oportunidades para ser feliz, pero te conformas con vivir encerrado y cuestionándote en la soledad cuál es tu propósito. Tu propósito es ese… aprender a adherirte a la Vida y vivirla sin importar qué, porque como ella solo hay una.   Párrafo narrativo por Ada Tercero Zambrana se distribuye bajo una Licencia Creative

Interpretación del capítulo 68

Imagen de ncassullo en Pixabay La lectura de este capítulo me pareció bastante interesante y única. El capítulo al estar escrito en una “lengua extraña”, nos da la oportunidad de darle nuestro propio sentido. A la hora de interpretar de qué se trata o sobre qué nos está hablando, el autor nos da la oportunidad a nosotros, los lectores, de ir más allá y darle un contexto o significado propio de lo que se está leyendo. El día que la leí pude analizar que se estaba refiriendo a una pareja, pues en reiteradas ocasiones menciona a “él” y “ella”. Además, la manera en que cada oración está estructurada y cómo se va narrando el capítulo; mi interpretación es que está describiendo las etapas de una relación amorosa . Si se toma desde esta perspectiva, podemos darnos cuenta como el autor describe las sensaciones, sentimientos y aptitudes que tienen el uno con el otro. Por ejemplo, cuando dice: “…. sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban….” ; se puede percibir que entre estas do

Una mujer hermosa

Imagen de S. Hermann & F. Richter en Pixabay En aquella pradera, siempre podía ver a esa mujer tan hermosa, con una mirada que me generaba mucha curiosidad. Era alta, de tez morena y qué belleza de color. Siempre la veía caminar a lo lejos con un balde de leche, mientras el sol del amanecer iluminaba su rostro. Su cabello, el tono más negro que podía haber, largo y lacio, lleno de brillo. Su sonrisa, a mis ojos era la más perfecta, aunque fueron pocas las veces que la vi sonreír; siempre estaba seria. Pero, aunque sonriera poco, sus ex presiones me decían lo feliz que era de vivir en ese lugar. La luz reflejaba su piel tan cálida y brillante, dejando ver así, aquella nariz alargada y un contorno bien definido. Puedo decir que tuve la dicha de verla de cerca y poder contemplar todas esas perfecciones, sus manos bien finas y delicadas, con uñas largas y descuidadas por su trabajo. Párrafo descriptivo por Andrea Solórzano Villalobos se distribuye bajo una Licencia Creative Co

El Este del Edén

Imagen de falco en Pixabay El Este del Edén era aquel estropeado paraíso. Un paisaje que solía ser mágico. En ese pequeño lugar habitaba una infinidad de especies marinas, terrestres y voladoras, cada una de ellas con características muy peculiares. Sin embargo, el escenario más dominante era el reino vegetal: un número indeterminado de árboles, una superficie extensamente verde y más importante aun, libre de deforestación. Un pequeño mundo, que solo era habitado por un hombre y una mujer. Un pequeño mundo sin lucro, pero lo tenía todo, incluso alimento. Era tan perfecto e inigualable. Párrafo descriptivo por Ada Tercero Zambrana se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional .

Una nueva lengua

Imagen de Ryan McGuire en Pixabay Tenía ya muchos desplomas de estar conder. Muchas decur incutisé que iba a consola por el tegondor de mi vida. Mi última reglaman amorocosada, había sido la más clica, nante y horrislante que guiantía vivido en toda mi vida. Esta reglaman causó muchas contendentas funtivas; destruyó mi tianza y autoplente. Estaba tiramente decidida a no conjear entrar a mi coraconpor nunca más a nadie. Pero porcernar tú, la ternora que sin estar tenando estenglor, conclió y tangibió totalmente mi pentanfor y coraconpor. Y me dije a mí misma, ¡cómo puede esta ternora concheplar sentir tan tinplante, tan queticonte! En unos meses funtiaste totalmente mi coraconpor y me hiciste volver a puntecor en el amotenplo. No sé cómo lo hiciste, pero tufundiaste penetrar todo ese jastor que compretía dentro de mí y hacer que se servipiera por completo. Cada vez que estamos conglepados portiendo que solo tú y yo repletimos; no hay otro lugar en el que percore hincotar. Y pues quiero